Según el reconocido humorista cubano Héctor Zumbado (1932), la actitud ante la escucha de populares géneros de la música cubana revelará qué tipo de carácter posees… Esta es una especial recomendación de Tradicionales de los 50 a sus lectores.
(Texto tomado del libro “Riflexiones (2)”, Ediciones Unión, 1985, Cuba).
BONGÓ POSITIVO
Evidentemente la sociología —al igual que otras ramas de la ciencia—, además de tener sus profesionales, sus licenciados y licenciadas, sus aspirantes y aspirantas, sus candidatos y candidatas, sus doctoras y doctores, tiene también sus espontáneos y simpatizantes que son licenciados, candidatos y doctores a su manera.
Porque todos somos un poco sociólogos y un poco psicólogos y un poco etnólogos y un poco antropólogos y bastante antropoides, además.
Y resulta que, a veces, uno de estos espontáneos salta al ruedo de la vida con los ojos abiertos y la mente despierta, y plantea y elabora tesis, hipótesis y teorías extraordinariamente imaginativas, confirmando así que la creatividad científica puede brotar en cualquier momento, de cualquier parte; que, en definitiva, el problema es tener la pupila ágil y el pensamiento vivo.
Y digo todo esto porque así, de pronto, insospechadamente, se me acerca un criollo que trae en los ojos el brillo que otorgan los postgrados adquiridos en la calle —la sensibilidad sociológica de primera mano, la información primaria— y me dice que la gente parece dividirse en, por lo menos, dos categorías, en dos grupos sanguíneos definidos: que la gente es una de dos cosas: o es bongó positivo o bongó negativo.
Y me explica que sólo es cuestión de fijarse. Observar la reacción del sujeto cuando el aire está en la música andando, sonando sabrosa, trayendo los cantos yorubas y dahomeyanos, congos, mandingas y carabalíes, mezclados, fundidos con el salero de Cádiz y Sevilla, de gitanosmoros y negroscurros, panderetas, castañuelas, gaitas y tambores de la costa occidental de África, todo junto y generalmente revuelto en un gran ajiaco musical.
Sólo es cuestión de observar al sujeto cuando suene esa música cadenciosa y sandunguera. Si el sujeto no se mueve, si la escucha con cierta indiferencia, si es insensible al güiro, a la guitarra o al timbal, ese sujeto es, definitivamente, bongó negativo.
¡Ah!, pero si el sujeto marca el ritmo golpeando el suelo con el zapato, con la mano sobre la mesa o ladeando la cabeza, con un hombro, el codo, una ceja o incluso solamente con la punta de la nariz, entonces ese sujeto —sin que quepa la menor duda— es bongó positivo.
Y riflexiona* uno si esta tesis de los dos bongós (bongoes suena tan poco rítmico que tal vez lo correcto sería decir: “si eta tesi de lo do bongó”**) no se limita al contexto musical, sino que pica y se extiende, abarcando actitudes y rasgos de la personalidad en general.
¿Será bongó negativo el sujeto dulcemente indolente, desganado, insensible y pasivo, que atraviesa la vida fuera de paso, a ritmo de contradanza cuando están tocando un contundente guaguancó?
¿Y será bongó positivo su contario? Es decir, el sujeto que va adelante con la conga, abriéndose paso, a ritmo de tumbadora y cencerro, cantando alegremente (cantándole al bongó negativo):
quítate de la acera
que mira que te tumbo***
En fin, la tesis es altamente interesante.
Y, por cierto, ¿es usted bongó positivo o bongó negativo? Bueno, con la ayuda de un especialista en tests psicosociales, hemos preparado uno sencillo, de una sola pregunta, que no es definitivo, pero sí un indicador.
El test lo hemos titulado:
Conózcase su bongó
¿Si usted está en una reunión
donde se está hablando cáscara,
usted se entusiasma? Sí_____ No _____
Si usted respondió No, usted tiene posibilidades de pertenecer al grupo de los bongó positivo. Si dijo Sí, creemos que sería conveniente cantarle aquella guaracha que decía:
Cambia el paso
que se te rompe el vestido.****
*Riflexionar: es un neologismo inventado por el autor que alude a reflexionar sobre algo apuntando a la diana, palabra resultado de la unión de rifle y reflexión.
**Imita la forma de hablar de los negros esclavos durante el período colonial en Cuba.
*** Estrofa de una conga popular
****Estrofa de la canción “El Paso de Encarnación” popularizada por la Orquesta Aragón.