Tradicionales de los 50 no puede ni quiere estar ajeno a lo que ocurre en el panorama musical de la Isla, por tanto nos hacemos eco de un importante evento que se celebra en la capital de Cuba. La corriente musical del siglo XX quizás más amada y cuestionada; el Jazz, es homenajeada en nuestro país.
Un poco de historia nunca viene mal…
La extraordinaria compositora, pianista y vocalista Nina Simone dijo que «El Jazz no solamente es música, es una forma de vivir, de ser y de pensar».
En noviembre de 2011 los participantes en la Conferencia General de la UNESCO hicieron suyas estas palabras cuando proclamaron el 30 de abril como Día Internacional del Jazz. La tesis que sustenta esta declaración es que en tiempos de incertidumbre y cambios como los actuales, se necesita más que nunca el poder del jazz para reforzar el sentimiento de unidad entre las personas, fomentar la creatividad, la participación, reducir tensiones y estimular la libertad de expresión. Estos y muchos otros objetivos son los propuestos para cada una de las celebraciones, cinco hasta el momento. Pero no solamente los artistas presentes en ediciones anteriores se han limitado a actuar, sino que han brindado clases magistrales, talleres de improvisación, jam sessions e incluso han participado en actividades comunitarias. Desde el lunes 24 de abril, en La Habana y en ciudades de más de 190 países del mundo están teniendo lugar miles de actuaciones en vivo y programas educativos, que tendrán su punto álgido el domingo 30 de abril.
Recordemos que el año pasado, la ciudad de Washington fue la sede de la quinta edición, siendo los anfitriones del concierto final el presidente Barack Obama y su esposa Michelle.
De directores y participantes
Los directores artísticos propuestos para la edición cubana son Chucho Valdés y Herbie Hancock. Esta no es la primera visita del jazzista norteamericano a La Habana, Hancock ha estado previamente en dos ocasiones en las cuales realizó pequeños conciertos con su contraparte cubana, Chucho Valdés, sin embargo, esta es la primera vez que se reúnen para una colaboración de esta magnitud.
«La mayoría de las veces pensamos en Cuba como la tierra de grandes peloteros, (y sin dudas lo es), pero también es la cuna de grandes jazzistas. Hemos sido testigos de la grandeza de la música cubana durante muchas décadas», expresó Herbie Hancock en una entrevista telefónica a propósito del evento. «Espero que el espíritu creativo y la experiencia de los músicos cubanos sean reconocidos a nivel mundial».

Herbie Hancock es uno de los directores artísticos de la sexta edición del Día Internacional del Jazz
A Hancock le acompañan más de veinte jazzistas de renombre internacional. La lista incluye estadounidenses como los cantantes Cassandra Wilson y Kurt Elling, la violinista Regina Carter, Marcus Miller, bajista, y Esperanza Spalding, bajista y cantante. Además estarán presentes, el ruso Igor Butman (saxofón), el alemán Till Bronner (trompeta), de Japón Takuya Kuroda (trompeta), Antonio Sanchez, de México (percusión) y Dhafer Youssef, de Túnez.
Un Día Internacional del Jazz “a lo cubano”
Quizás la característica que marca el evento en Cuba, es la numerosa participación de músicos nacidos en el país sede (al menos 29 cubanos estarán dando conciertos), esto no ha sido así en ninguna de las ciudades en las que se ha llevado a cabo la celebración, exceptuando Estados Unidos. Por la parte cubana las actuaciones más esperadas serán sin dudas las del veterano jazzista Bobby Carcasses y la de Gonzalo Rubalcaba. También estarán presentes músicos jóvenes de la talla del trompetista Julio Padrón y del pianista Alfredo Rodríguez.
Por su parte, Chucho Valdés señaló: «Espero que esta ocasión sea histórica. Todos los músicos cubanos están muy expectantes, porque son conscientes de que esto que ocurrirá es como un sueño convertido en realidad para ellos». En opinión de Chucho este será el evento de jazz más importante ocurrido en Cuba desde que en 1979 se celebró el Havana Jam, ocasión en que CBS Records trajo a la isla caribeña a un puñado de estrellas norteamericanas del jazz y del pop, incluyendo la banda de jazz-rock Weather Report. Este festival se celebró durante tres días, y contó con la participación, entre otros conjuntos y solistas, de Irakere, liderada por Chucho Valdés, con su acostumbrada fusión de jazz moderno con influencias afro-cubanas. Válido es recordar que solamente un año antes de este festival, Irakere se había convertido en la primera orquesta cubana en actuar en EEUU después del triunfo de la revolución en 1959, y lo hizo en el Carnegie Hall como parte de las festividades del Newport-New York Jazz Festival. Esta presentación trajo como resultado un disco que después resultó ser ganador de un Grammy.
Hancock y Chucho están de acuerdo en afirmar que la unión entre los músicos cubanos y norteamericanos se remonta a un siglo atrás, cuando en New Orleans Jelly Roll Morton se refería a un cierto “timbre hispano” en la nueva música que se hacía por esos años. La conexión alcanzó nuevas cumbres cuando en los años 40 del pasado siglo Dizzy Gillespie incluyó en su orquesta al percusionista cubano Chano Pozo con el objetivo de enriquecer su música con “acento latino”.
El presidente del Thelonious Monk Institute of Jazz, Thomas R. Carter, quien organiza el programa de conjunto con el Instituto Cubano de la Música y el Ministerio de Cultura, dijo que los directivos cubanos quisieron extender las festividades de los dos días usuales a una semana entera, haciendo énfasis en la enseñanza del jazz. En 11 000 escuelas cubanas será exhibido un documental sobre el surgimiento del jazz y su historia, con el objetivo de propiciar en el alumnado el debate de ideas. El “team” de estrellas internacionales presentará talleres y clases magistrales en algunas escuelas habaneras y actuará en hospitales y centros de atención para la tercera edad. De igual forma también se podrá disfrutar de conciertos en los clubs de jazz de La Habana, y la sesión final será como ya dijimos, el domingo 30 de abril en el majestuoso y recién restaurado Teatro Alicia Alonso.
Nota curiosa: La celebración más insólita de este año será en la Antártida, cuando los científicos que residen en las estaciones polares Palmer y McMurdo derritan los hielos con una “caliente” jam session…
Fuentes: Ecured, telegram.com y unesco.org
Foto: Associated Press